Hace exactamente un año escribí mi primer artículo para los grandes compañeros de CrossFit ALC. Un artículo con el que me propuse comenzar una serie en la que hablaría sobre la alimentación y sus implicaciones con el CrossFit.
Hoy, doce meses después, los avatares de la vida me han conducido hasta el inicio de un nuevo proyecto al que me enfrento con muchísimas ganas e ilusión. Si bien es cierto que durante este tiempo han cambiado muchas cosas, lo que ha permanecido prácticamente inamovible es mi interpretación acerca de cómo enfocar una nutrición adecuada; por lo que simultáneamente a este nuevo comienzo en CrossFit Singular Box me propongo desempolvar aquel artículo y, esta vez sí, finalizar aquella serie que proyecté en su día.
Por lo tanto, aquí os rescato el primero de mis artículos esperando que os guste y que sigáis atentos a los venideros:
En mi opinión, uno de los factores que ha hecho del CrossFit un sistema de entrenamiento tan popular, es la facilidad en su práctica. Lo único que requiere es la fuerza de voluntad y las ganas para acudir a un box y sufrir bajo las órdenes del entrenador. Solamente con esto los resultados en una mejor forma física y bienestar general se harán evidentes de forma rápida.
Luego la cosa empieza a complicarse. En la vida de todo crossfitter, llega un momento en el que su “hambre” de resultados no queda saciada con sentirse y verse mejor. Quiere saltar más, hacer más dominadas, levantar más peso y es entonces cuando el entrenamiento por si solo no es suficiente, y pulir los más mínimos detalles puede marcar una gran diferencia. Es en ese justo momento cuando el atleta empieza a preguntarse sobre esos conceptos de los que con seguridad ha oído hablar a sus camaradas en el box, pero a los que en un principio no concedió una importancia excesiva. Zona, paleo-dieta, “low-carb”, “intermittent fasting”, suplementación… Para intentar aportar un poco de luz a todos esos interrogantes me propongo escribir una serie de artículos que simplifiquen ese aparentemente árido camino que es la nutrición del crossfitter.
Antes de entrar en más profundidad, me gustaría dejar claro que no creo en recetas mágicas, ni en sistemas generales para todo el mundo. Durante mi larga experiencia como entrenador personal he podido comprobar que lo que para un atleta puede ser excelente, para otro puede ser nefasto, por lo que mi primera recomendación siempre es la misma, “prueba, experimenta, y quédate con lo que para ti de forma individual funciona”. Una vez aclarado este punto, durante éste y los siguientes post que se irán publicando os comentaré desde mi humilde opinión lo que considero principios básicos y generales a tener en cuenta al iniciarse en este camino.
En éste, por ser el primero de mis artículos, os citaré de forma sencilla las recomendaciones generales básicas que promueve el CrossFit a la hora de alimentarse, las cuales pueden resumirse en un “mantra” que se lleva repitiendo desde los mismos orígenes de nuestro querido deporte y que como crossfitter, tú también deberías repetir hasta que quedase grabado a fuego en tu cabeza; a saber: “…basa tu dieta en verduras y hortalizas, carnes magras, frutos secos y semillas, algo de fruta, pocos almidones, y CERO azúcar…”.
Solamente siguiendo esta simple recomendación obtendremos importantes beneficios, ya que haciéndolo estaremos disminuyendo con gran seguridad el riesgo de padecer ese conjunto de patologías asociadas a la dieta habitual de los países desarrollados, obesidad, diabetes, hipertensión… que como bien denomina el Dr. J.E. Campillo en su libro El Mono Obeso, son las llamadas “enfermedades de la opulencia”.
Tras ese primero paso, y buscando una mejora sustancial en nuestro rendimiento deportivo, sería recomendable concretar y perfilar un poco más nuestra dieta, para lo que conocer las diferentes opciones y herramientas disponibles se convierte en un trámite obligatorio.
Para ello, y en próximos artículos desarrollaré esos conceptos que antes ya mencioné y que a buen seguro ayudarán a todos los interesados a ser independientes a la hora de planificar sus propias dietas, convirtiéndolo en algo divertido e incluso motivante en ese camino que es la mejora personal iniciada desde el primer entrenamiento en TU BOX.
PD: Como testimonio gráfico una foto, la superior, de mi cena. 🙂
Antonio J. Aguirre
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